En la universidad de Rutgers se han propuesto (y lo han conseguido) demostrar que es posible lanzar un ataque informático a un coche.
Se hace vía wireless a través de los sensores de presión de las ruedas y se consigue inhabilitar el ECU (Unidad de Control Eéctronico).
Al momento solo se ha conseguido inhabilitar esta unidad pero si se logra tomar el control de la misma se podría inhabilitar los frenos, hacer sonar el claxon o abrir el maletero entre otras muchas cosas.
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